1/21/2015

AIRES DE RENOVACIÓN EN CHILE

La mayoría de los alumnos terminaba el sexto preparatoria y debían optar por la vida del trabajo.
Eran escasísimos los alumnos y alumnas que continuaban sus estudios secundarios, los que obligadamente debían efectuarse en los establecimientos educacionales de la capital.
Esta situación de los alumnos y las Escuelas, no tendría mucha variación hasta el término de la década de los sesenta.
En estas condiciones, la educación al igual seguramente que en el resto del país, no presentaba mayores innovaciones. Los alumnos debían ser educados bajo las normas de planes y programas que sin pretenderlo sólo mantenían de un modo sutil el status quo del país.
Apenas unos cuantos visionarios podían darse cuenta que la educación era la herramienta fundamental para el progreso y para la realización de los cambios sociales.
Durante larguísimos años el sistema educativo transitó en nuestro país con “ejes de carreta”, que era el medio de transporte que usó el campesinado hasta la finalización de la década del cincuenta.
De hecho, los textos de lectura de aquellos años estaban limitados a la reproducción de la vida del campo.
En Quilicura en el año 1969 se inauguró la tercera escuela pública para la educación básica.
Durante el período de Don Eduardo Frei Montalva,  a partir del año 1964, se puso en marcha la reforma educacional que cambió la estructura administrativa de la enseñanza y modificó los programas y planes de estudio.
A partir del año 1965, la educación chilena se dividió en cuatro grandes niveles : Educación pre básica, que correspondía a lo que se conocía como Kindergarten, educación básica, que era lo que se conocía como preparatoria y que desde entonces correspondería  a los cursos de primero a octavo año.
Lo que se conocía como humanidades, se convirtió en educación media y su reestructuración abarcó los cursos de primero a cuarto medio.
A educación universitaria fue nominada como educación superior.
La prueba de ingreso para cursar los  estudios universitarios, ya no fue más el “bachillerato” sino que ahora se comenzó a hablar de prueba de aptitud académica.
Eran escasísimos los jóvenes de Quilicura que tuvieron  acceso al bachillerato, algo similar ocurriría con la PAA.
La aplicación de la reforma no tuvo ningún tipo de traumatismo, más bien fue aceptada con simpatía aunque estaba modificando los cimientes de la institucionalidad escolar.
El profesorado debió perfeccionarse para atender a los alumnos de séptimo y octavo año, que antes no estaban considerados. Las Escuelas Normales adaptaron sus mallas del currículo y establecieron una “mención” para que los docentes estuvieran en condiciones de aplicar su especialidad en esos cursos.
Surgieron las nuevas planificaciones que estaban basadas en los objetivos generales y específicos e y en la taxonomías de Benjamín Bloom, que se transformarían en verdaderas “pesadillas “para el común de los maestros que debieron ahora teorizar sobre aspectos educativos de los cuales no tenía gran experticia.
En Quilicura, gracias a un proyecto gubernamental, nuevas Escuelas para Chile, surgió la Escuela 386 que se ubicó en el centro de la población María Ruiz Tagle, que también había emergido de un programa de Gobierno llamado “operación sitio”, que consistía en organizar a los pobladores que no tenían casa y asignarles un pequeño sitio para que ellos levantaran allí sus viviendas.
Este programa permitió que en Quilicura ingresaran unas 400 nuevas familias
La Escuela 386 surgió con la normativa  de la reforma educacional.
Fue el tercer establecimiento educacional de la comuna.
En la época previa a la inauguración del flamante edificio, unos paneles  de madera del estilo “mediaguas” sirvieron como salas de clases a los alumnos de la población.

La Escuela 386 entró en funcionamiento en el mes de mayo del año 1969.

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