1/21/2015

EL ADVENIMIENTO DE LA DEMOCRACIA

Al cabo de 17 años, en 1990 el país retoma los cauces de la democracia y la concertación de partidos instala en el poder al Presidente Patricio Aylwin Azocar. Dos años después, el mismo proceso democrático se hace presente en la totalidad de las comunas de Chile.
Surgen nuevos liderazgos y nuevas autoridades, esta vez elegidas por la comunidad.
En nuestra comuna es electa la Señora Carmen Romo Sepúlveda, quien desde el año 1969 había sido la Directora de la Escuela N° 337.
Aires de libertad, de participación y de paz social son como  una brisa en todo el territorio.
Quilicura, al inicio de los años noventa contaba con una población de 40.000 habitantes y en la práctica aún mantenía ciertas características de lo que fue una comuna rural.
El advenimiento de la democracia abrió nuevos cauces en los programas de gobierno y uno de ellos marcaría en forma notoria el devenir de la comuna.
Durante la década se inició un profundo proceso de construcción de nuevas viviendas y surgieron una inmensa cantidad de nuevas villas que transformaron la comuna.
En menos de una década la población fue duplicada con creces y surgió un nuevo “Quilicurano” que cambió por completo el paisaje y el entorno.
Con el excesivo incremento de la población surgió la necesidad de adaptar y crear nuevos servicios y uno de ellos, de orden prioritario lo constituía la educación.
Por otra parte los colegios particulares se expandieron ó con gran fuerza, creando en la comuna nuevos establecimientos que rápidamente establecieron las estrategias para el logro de la captación de matrículas.
Y curiosamente la publicidad apelaba a la atención de talleres extra programáticos.
La población escolar que en la década del ochenta no superaba los tres mil alumnos, merced a la explosión demográfica creció de una forma considerable, lo que se tradujo que al inicio del milenio la comuna contaba con más de 15.00o alumnos.
Los vacíos de desigualdad que había provocado la dictadura militar en Chile, había que atenderlos de forma integral y precisamente la vulnerabilidad social, emanaba del descuido hacia las políticas de educación y desarrollo
EN Quilicura, los desafíos en los años noventa, inesperadamente se volcaron hacia el tratamiento de la cobertura escolar.
Fue de este modo que los tres colegios municipales que existían se convirtieron en diez.
Durante la década de los noventa fueron inaugurados: La escuela 1668, la Escuela 1584, la Escuela  1414, El Complejo José Miguel Carrera, el Liceo Alcalde Jorge Indo  y con posterioridad la Escuela 1963 y el Liceo de adultos.
El sistema requería urgentemente que se resolviera la cobertura escolar. Y así se hizo
Una visión artística inspiró la creación  de la Escuela de música
La construcción de planteles privados o particulares tuvo un enorme avance, compitiendo no sólo por la matrícula sino con una infraestructura de absoluta modernidad.
La época de mayor esplendor de la Educación municipal fue durante este período, los establecimientos tenían una constante actividad, los equipos técnicos y los equipos de gestión adquirieron una especial dinámica que les llevó a desarrollar una competencia permanente por la obtención de mejores resultados.
El plus para esta competencia lo constituía la presencia de los colegios particulares quienes implementaban programas muy participativos para la obtención de matrículas.
Las actividades y la educación extraescolar adquirieron una singular importancia para las políticas educativas y por muchos años, las entidades particulares y municipales  se unieron para disputar todo tipo de espacios artísticos, deportivos culturales y recreativos.
Años de gran esplendor, de participación, que abrió las puertas a las comunas de Santiago convirtiendo a Quilicura en el centro de la actividad extraescolar y el corazón de la organización deportiva y recreativa del área norte.
A mediados de la década se inicia las olimpíadas escolares con la presencia de la totalidad de establecimientos de la comuna, que disputaban en todos los ámbitos la necesidad de ocupar los puestos de avanzada. La sana competencia y un inmenso despliegue de disciplinas transformaban a la comuna en un colorido espectáculo, al observar las delegaciones estudiantiles que se movían en diversos escenarios deportivos.
El trabajo en los planteles era incesante porque además el abanico se abría para los estudiantes también en jornadas académicas.
La disciplina escolar y la presentación pública de los colegios fueron asumidas por las direcciones locales, lo que se traducía en actos académicos y culturales de notable factura.

No hay duda alguna que las generaciones de alumnos de la década del noventa, deben conservar los mejores recuerdos de la época escolar.

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